martes, 25 de septiembre de 2007

El infinito y mas allá

El concepto de el número infinito es difícil de apreciar en toda su plenitud. Veamos con un ejemplo, si en un saco tenemos infinitas patatas y pasamos la mitad a otro saco obtenemos infinitas patatas en los dos sacos. Otro ejemplo, si una hormiga se encuentra obligada a pasear sobre una circunferencia suficientemente grande toda su vida, la sufrida hormiga creerá que se encuentra avanzando sobre una línea infinita. Nosotros que la observamos sabemos que la circunferencia es finita, termina donde empieza. Es una cuestión de dimensiones, la hormiga se mueve en un mundo bidimensional y nosotros en un mundo tridimensional. Nos parece evidente, pero nosotros somos hormigas en otras dimensiones. Existen infinitos en nuestro Universo con números muy precisos. Dos ejemplos que se me ocurren ahora, el primero es el cero de la temperatura absoluta, es decir -273,16 ºC (grados centígrados) llamado también 0 º K (cero grados Kelvin). Desde las dimensiones de nuestro universo podemos ver este número pero por mucho que intentemos enfriar nunca llegaremos a obtener 0 º K, para nosotros es un infinito. El segundo ejemplo es la velocidad de la luz, se suele utilizar la letra c para designar su valor de 299.792.458 m/s o aproximadamente 300.000 km/s. Podemos medir con gran exactitud su valor pero nunca podremos llegar a viajar a la velocidad de la luz por muy sofisticada que sea nuestra nave espacial. Es otro infinito en nuestro mundo.

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